
“San Pedro es la ciudad más linda, pero con el peor intendente”. La frase de Manuel Passaglia generó repercusión en toda la región y abrió un debate inevitable: ¿cómo puede ser que una ciudad con semejante potencial turístico y productivo esté cada vez más atrasada en servicios, obras y calidad de vida?. Cabe recordar que Cecilio Salazar es Intendente desde el 2015, hace ya 10 años.
De orgullo regional a ciudad estancada
Hasta hace pocos años, miles de nicoleños elegían cada fin de semana viajar a San Pedro para disfrutar de sus paisajes, del río y de su oferta gastronómica. Hoy la situación se invirtió. “En San Nicolás encontramos una ciudad devastada y la transformamos. Ahora son los vecinos de San Pedro los que viajan a pasar el día a San Nicolás. San Pedro es hermoso, pero tiene un Intendente que la dejó paralizada en el tiempo”, remarcó Passaglia.
El contraste que duele
San Pedro tiene todo para crecer, pero sufre la falta de gestión. Los reclamos se repiten en los barrios: calles destruidas, problemas con la recolección de residuos, falta de inversión en salud y seguridad, y un turismo que no logra despegar como debería. La belleza natural contrasta con la desidia de una intendencia que no da respuestas.
Un intendente sin rumbo
Mientras otras ciudades de la zona avanzan con planes de desarrollo urbano, obras de infraestructura y modernización de servicios, San Pedro sigue mirando desde atrás. Vecinos y comerciantes coinciden en que la gestión municipal perdió el rumbo y no aprovecha las oportunidades que tiene la ciudad.
San Nicolás, el ejemplo cercano
La comparación es inevitable: hace unos años San Nicolás estaba en ruinas y hoy es un modelo en la provincia. “Demostramos que con trabajo, planificación y decisiones firmes se puede dar vuelta una ciudad. San Pedro podría estar en ese camino, pero para eso necesita un intendente que esté a la altura”, sostuvo Passaglia.