
En el mes de octubre del año pasado, el equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, con la autorización del Intendente Cecilio Salazar, retomó la investigación del pozo de agua del convento franciscano que había sido descubierto en 2012.
Durante estos meses, con el acompañamiento del Área de Parques y Jardines, de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, se avanzó en dos líneas de trabajo sobre el lugar, ubicado en el actual jardín municipal: el reacondicionamiento del pozo y la recuperación de objetos de su interior.
Por un lado, se acondicionó la estructura que se había colocado en 2012; se limpió el sector y se recolocaron los vidrios faltantes. Con los ladrillos antiguos recuperados en la excavación del interior se rearmó el brocal de dicho pozo evitándose así, futuros deterioros. Se repintó la cúpula que cubre al pozo y se renovaron los dos carteles didácticos que en su momento lucía el lugar y que el tiempo había deteriorado; los que serán colocados por el grupo del museo esta semana.
UNA PACIENTE TAREA
Paralelamente a las reparaciones, se recuperaron elementos del interior del viejo pozo de agua. El grupo del Museo Paleontológico fue extrayendo poco a poco la tierra vertida en él durante la época de construcción del Municipio (1888). Con paciencia, se fueron separando los objetos que estaban en el relleno.
Se fue revisando y extrayendo capa por capa y, a medida que la excavación se profundizaba, se recuperaron numerosas piezas históricas.
La minuciosa tarea permitió conformar una colección de elementos que hoy son de los más antiguos que conserva el patrimonio de la ciudad. En numerosas jornadas se extrajeron ladrillos de las paredes del convento, tejas de los techos y lajas de los pisos; además de porcelanas, vidrios, hierros y una variada colección de objetos de uso diario de la época. Gracias a estos nuevos elementos extraídos, hoy se sabe que el convento tenía pisos hechos con lajas de pizarra gris.
POZO DEL CONVENTO
Este antiguo pozo de agua funcionó en el patio central del antiguo edificio del Convento Franciscano luego de que se retiraran los monjes que lo habitaban y fuera ocupado por el primer Juzgado de Paz y Comisaría de San Pedro (1832).
Fue excavado en septiembre de 1833 y proveyó de agua hasta la demolición del Convento y posterior construcción del actual Palacio Municipal en 1888.
Durante los trabajos de demolición y construcción de dichos edificios, los albañiles fueron arrojando todo tipo de objetos en desuso, en su interior.
Desde su descubrimiento casual por parte del Sr. Eduardo Díaz, durante trabajos de albañilería en el lugar, el 11 de abril de 2012, este pozo ha sido excavado e investigado por el Grupo Conservacionista de Fósiles.
Su nueva puesta en valor permite ofrecer un punto de interés histórico, turístico y educativo al mostrar, de forma directa, una estructura perteneciente a la primera construcción oficial de la ciudad. El grupo del Museo Paleontológico agradece profundamente el acompañamiento del equipo municipal en esta recuperación patrimonial.