“El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar...”, escribió Alfonsina Storni y esa frase del poema
Ese día, el hijo del periodista deportivo Antonio Volpe, perdió la vida mientras mientras intentaba rescatar a un bañista que se encontraba en peligro debido a las fuertes corrientes del mar. Su muerte dejó una profunda marca en la comunidad de guardavidas y en la ciudad balnearia, donde se convirtió en un símbolo de valentía y compromiso con la seguridad de los veraneantes.
“Recuerdo que era un chico pecoso, de ojos claros, medio coloradito, flaquito y sumamente inquieto ‘¡Es el Chino! ¡Es el Chino Volpe!’Verónica Farabollini
La impactante historia
Guillermo Volpe nació el 18 de marzo de 1955 Con apenas 19 años, convirtió esa pasión en un compromiso
A los 20 años, comenzó a trabajar en diversas playas de Mar del Plata y sus primeras experiencias las hizo en las playas Del Sur, el Puerto y el balneario Oasis, pero su verdadero anhelo era estar en Playa Grandequería asumirloun día antes de la terrible tragedia.
La mañana de aquel 4 de febrero, el sol brillaba en Mar del Plata y se pronosticaba como un día típico de verano. Los turistas pronto comenzaron a llegar a Playa Grande para disfrutar del mar: las familias extendían sus reposeras y abrían las sombrillas prestos a pasar allí el día mientras los niños comenzaban a corretear por la orilla y jugaban a saltar las olas más bajas. Guillermo era un testigo privilegiado
Pero lo que comenzó como una jornada de esparcimiento tranquila se transformó en una fatalidad que marcaría para siempre la historia del rescate marítimo en Argentina y Guillermo no imaginó que esos momentos que admiraba en la playa mientras controlaba a los bañistas serían las ultimas postales que vería en su vida.
Pasado el mediodía, la tranquilidad de la mañana fue interrumpida por un grito desesperadoatrapado por una corriente y luchaba contra las olas
A lo lejos y con angustia, otros turistas miraban con impotencia y otros se tapaban la cara... Un grupo de guardavidas reaccionó de inmediato y fue a salvarlo. Entre ellos Guillermo “Chino” Volpe, quien, sin dudarlo, tomó la posta del rescate y corrió hacia el agua decidido a salvar aquella vida.
Un final temprano
Guillermo se lanzó al agua junto a sus compañeros Alfredo Marasco, Silvio Garíspoli, José Luis Queseda, Eugenio Raimondi, Jorge Vaccaro y Patricio Tauler. En medio de la tensión del momento, nadaron con todas sus fuerzas hasta alcanzar al joven que luchaba contra la corriente. Tras un esfuerzo titánico, lograron ponerlo a salvo y emprendieron el regreso a la costa.
Sin embargo, el mar se volvió implacable Aquel titán inmenso al que tanto amaba, se lo llevó en un instante.
“La búsqueda de Guillermo comenzó a tornarse desesperada luego de algunos minutos”
Tras la autopsia, el informe médico reveló que Guillermo había sufrido un paro cardíaco en plena lucha contra las olas. Su corazón, extenuado por el esfuerzo, no resistió la furia del mar.
La noticia de su muerte sacudió a la comunidad marplatense y toda la Costa Atlántica. Su sacrificio no podía quedar en el olvido, por eso, en honor a su valentía, sus compañeros decidieron que cada 4 de febrero se conmemoraría el Día del Guardavidas en Argentina
“Yo tenía 19 años cuando Guillermo murió. Recuerdo que los Volpe eran una familia con varios hijos y vivíamos a una cuadra de distancia. Él era un poco más grande que yo. Aunque no compartimos mucho, sigue siendo imborrable el día en que nos enteramos de que murió.
Día del Guardavidas
El 4 de febrero del año siguiente, sus colegas y amigos, aún consternados por la irreparable pérdida, comenzaron a organizar un homenaje en memoria de Guillermo
Con el tiempo, este reconocimiento se transformó en una tradición y quedó formalmente establecido en el Convenio Colectivo de Trabajo 56/89 que rige a la actividad. Aunque hubo un error de tipeo en el decreto que fijó el día oficial, que quedó registrado como el 14 de febrero, la comunidad de guardavidas continúa reivindicando el 4 de febrero como la auténtica fecha de conmemoración.
Uno de los homenajes más emotivos es la tradicional “Antorchada
En Playa Grande, un monumento recuerda a Guillermo “Chino” Volpe, como símbolo de su sacrificio y del compromiso inquebrantable de los guardavidas argentinos. Además llevan su nombre el Parque Ambiental de San Pedro, su ciudad natal y en 2021 se rebautizó la calle General Pueyrredón, en Mar del Plata, como Paseo Guardavidas Guillermo Volpe. Es una calle que conecta la Avenida Patricio Peralta Ramos y la calle Rodríguez Peña con el acceso a la Escollera Norte, frente a los balnearios de Playa Grande.
Cuarenta y siete años después, el recuerdo de Guillermo sigue vivo. Su historia es un recordatorio de que hay personas dispuestas a arriesgarlo todo para salvar una vida: sin capa ni espadas, su valentía lo convirtió en un verdadero héroe del mar.
INFOBAE