Fue como una profecía cumplida. Un final escrito de antemano. Casi 8000 inversores que creyeron en la promesa de Rainbow Ex de que, si pagaban 88 USDT, podrían recuperar el dinero retenido en las cuentas de la firma de Knight Consortium se quedaron con las manos vacías. Esperaban que el consorcio de caballeros cumpliera la palabra empeñada luego de que la Justicia diera de baja la supuesta plataforma de trading desde la cual La China Ali daba las instrucciones para la compraventa de criptomonedas que daba insostenibles ganancias diarias se quedaron. Pero venció el plazo fijado hace ocho días y nadie pudo sacar un solo dólar. Eso sí: la presunta compañía financiera internacional se quedó con más de 700.000 dólares desde el 13 de octubre, cuando intimaron a sus clientes a pagar aquel “rescate” para reactivar sus cuentas y poder operar para hacer retiros.
Cada nueva noticia solidifica la hipótesis de que la app en la que un tercio de los habitantes de la ciudad de San Pedro apostaron su dinero para obtener réditos del 1% diario en dólares es, casi inexorablemente, una estafa piramidal de inmensas proporciones. Solo para tener una dimensión de las cifras: desde el 9 de octubre, cuando estalló el escándalo y se les dejó de pagar a los 94.255 usuarios de Rainbow Ex, en la plataforma hubo solicitudes de retiro por unos 79 millones de dólares (78.694.559 USDT, una moneda virtual estable cuya cotización está atada al valor de la divisa norteamericana).
Los retiros fueron de 0 USDT. Cero, según confirmó el usuario Guido Marlowe, experto informático en “hackeo ético” que se infiltró en la app para develar la magnitud del timo con datos concretos.
Rainbow Ex, que inicialmente había dado plazo entre el domingo 13 y el jueves 17 de octubre para que los usuarios pagaran los 88 tókens (prácticamente 88 dólares) para la reactivación de cuenta –plazo que extendieron hasta este lunes a la noche–, finalmente anunció a través de un comunicado en el grupo de Telegram que los fondos de los inversores, “por ahora”, no podrán ser recuperados.
La Nación