Una vez más la violencia le termina ganando al fútbol y lo que tendría que haber sido una fiesta terminó opacada por la reacción de quienes deberían dar el ejemplo. Ocurrió el jueves en la cancha de Mitre cuando el local derrotaba a Central Córdoba de Santa Lucía por 1 a 0 y sin ningún tipo de justificativo el técnico visitante Milmanda terminó agrediendo al árbitro Damián Bertolini quien cayó al suelo y debió ser auxiliado. Además tuvo que intervenir el personal policial que debido al incidente debió contar con el apoyo del grupo de calle de la Comisaría San Pedro.
El partido terminó 20 minutos antes de lo debido y con futuro incierto.
Lo preocupante de todo esto es la seguidilla de hechos violentos que envuelven al fútbol de la Liga Deportiva Sampedrina y ya son varias las temporadas que sucesivamente tienen situaciones graves a las que no estábamos acostumbrados a vivir. Pasa tanto en el fútbol masculino como en el femenino y nadie toma las medidas ejemplares que se deberían adoptar, porque sí vamos unos campeonatos para atrás también hubo graves incidentes, irregularidades y hasta actos de incentivación denunciados por los propios árbitros situaciones que lamentablemente quedaron en la nada y se perdieron con el paso del tiempo. Además es de destacar que los incidentes en un amplio porcentaje fueron protagonizados por quienes deben pregonar por el espectáculo y el deporte que son jugadores, cuerpo técnico y árbitros, porque todos son responsables. Es muy delicado para el fútbol de San Pedro tener que padecer dos situaciones similares con pocas semanas de diferencia porque si recordamos, antes de lo sucedido en la cancha de Mitre hubo otro incidente similar donde en plena final del Torneo Preparación un jugador de Banfield agredió a otro árbitro.
Habrá llegado el momento de que los dirigentes de los clubes y la liga se propongan cambiar el rumbo de todo esto para que en cada escenario se vuelvan a vivir aquellas fiestas donde se disfrutaba y no como sucede hoy que al fútbol sampedrino se lo termina padeciendo.