El lateral sampedrino surgido en Castro FC, tuvo un notable desempeño en su debut en Nacional de Uruguay.
Su equipo recibió a Boca por el partido de ida de los octavos de final de la Copa
Libertadores 2023 .
Báez jugó un excelente partido transformándose en una de las figuras, no solo del equipo sin no del encuentro.
TODOS LOS ELOGIOS
La prensa uruguaya llenó de elogios al defensor argentino por su destacada actuación en el equipo uruguayo.
Pese a ser extranjero, Gabriel Báez supo seguir al pie de la letra una de las premisas que mejor pintan el cierre del himno uruguayo. “Sabremos cumplir”, dice la estrofa final. Y eso fue lo que hizo justamente ayer, en un que no era para nada sencilla: estar a la altura del desafío.
A casi una semana de haber aterrizado en Uruguay, el lateral izquierdo, de origen argentino y nacionalizado paraguayo, tuvo su primera misión con Nacional jugando a estadio lleno contra un gigante de América como Boca Juniors.
Con la emoción a flor de piel, por todo lo que significaba el partido, por la sangría que había sufrido el plantel en la previa, y por las reacciones controversiales que dejó su salida de Cerro Porteño, estaba bajo la lupa ni bien se supo que su nombre era el elegido para reemplazar a Camilo Cándido.
Como buen heredero, el futbolista no solo se acopló bien al puesto en su primera prueba, sino que también lo hizo luciendo la número 6, la camiseta de su antecesor.
Eso sí: a diferencia de lo que preveían algunos de los especialistas que le echaron el ojo -como el entrenador Danielo Núñez, que en diálogo con Ovación lo describió como un jugador de poca proyección y mayor contención defensiva-, se lo vio desplegado en ofensiva y lejos de ser ese lateral estático al que tanto cuestionaban en el último tramo de su ciclo los hinchas de Cerro Porteño.
Al igual que Cándido en sus mejores tiempos, Báez encontró varias conexiones jugando de la banda hacia el medio, especialmente con Diego Zabala, y destacó por su ida y vuelta.
Neutralizó a Luis Advíncula, que en el segundo tiempo se fue sustituido, y también se supo desprender en ataque para, por ejemplo, tirar un centro peligroso hacia el medio que no encontró destinatario de gol.
Por su carril, Nacional salió jugando limpio desde el fondo y Álvaro Gutiérrez lo tuvo en buena forma física, completando los 90’ de partido. Fue una buena señal.