Tras ser hallado culpable por parte del jurado en la tarde del viernes se conoció el pedido que la fiscalía y la defensa efectuaron para condenar a Roberto Branto Ayala, único acusado de asesinar al policía Nelson Lillo.

Las partes involucradas solicitaron 35 años de prisión efectiva luego de que se lo culpe de ser el máximo responsable del homicidio, el robo calificado, el intentos de robo calificado y la portación ilegal de arma de fuego.

La semana próxima el Tribunal dará a conocer la condena que se le aplicará al imputado luego de que evalúe la presentación realizada.

El hecho en el que murió Lillo se produjo en el mediodía del 25 de enero de 2018 y Branto Ayala, de frondosos antecedentes, está detenido desde el 27 de enero de este año luego de permanecer prófugo durante dos días. Junto a Pablo Morel protagonizaron el asalto y robo a un camión repartidor oriundo de Baradero cuando se encontraba en un supermercado ubicado en Rivadavia y Oliveira Cesar el 25 de febrero.

Mantuvieron un enfrentamiento armado con la policía y como consecuencia de ese incidente resultaron muertos Morel y el policía Nelson Lillo.

Branto, herido, escapó de la escena del crimen y pudo ser detenido dos días después en un camino rural del paraje Tablas cuando pretendía escapar en sentido a la Ruta 9.

Lillo patrullaba la ciudad junto a su compañera Laura Lencina cuando al llegar a la esquina de Rivadavia y Oliveira Cesar se encontraron con el asalto al camión repartidor perteneciente a una empresa de Baradero.

Ambos policías intervinieron sin dudarlo y se encontraron con una moto que intentaba huir, en ese momento uno de los delincuentes, se presume que fue Carlos Branto Ayala, abrió fuego hiriendo a corta distancia a Nelson Lillo.

La balacera continuó y allí fue abatido otro delincuente, Pablo Morel, que era quien conducía la moto y provenía de la ciudad de Baradero.

Ayala, logró escapar herido por la calle Rivadavia en sentido a Arnaldo, mientras que Lillo quedó tendido sobre el piso herido de bala. Fue trasladado a la guardia del Hospital pero a los pocos minutos murió.

El baraderense Branto Ayala permaneció prófugo durante dos días hasta que fue capturado en la zona rural, en inmediaciones del paraje Tablas, cuando intentaba huir herido en sentido a la ruta 9.

Mientras tanto se espera por un segundo juicio que es donde será evaluada la situación judicial de Marcos Bruzzone, el joven que para la fiscalía sacó a Branto Ayala de la escena del crimen.